Generalmente, los productos se
revisan para verificar si están completos, si son exactos y se aprueban antes
de iniciar el trabajo de la siguiente fase. No obstante, no es inusual que una
fase comience antes de la aprobación de los productos de la fase previa, cuando
los riesgos involucrados se consideran aceptables.
El ciclo de vida del
proyecto define las fases que conectan el inicio de un proyecto con su fin. Un
ciclo de vida para un proyecto se compone de fases sucesivas compuestas por
tareas planificables.
En consonancia con las
estructuras adoptadas por las empresas de alto rendimiento de hoy y los
organismos de normalización de todo el mundo, el enfoque ITIL Lifecycle Service
abraza y realza la interpretación del ciclo de calidad de Deming (en honor a su
creador, Edwards Deming) de Planificar-Hacer-Verificar-Actuar. Verá este ciclo
de calidad utilizado en la estructura de las prácticas en cada una de las guías
principales.
El
marco de ITIL incorpora el Ciclo de Calidad Deming aplicándolo a las etapas del
ciclo de vida de servicio. Esto ayuda a alinear las prácticas de ITIL para la
estructura de las prácticas externas tales como COBIT e ISO / IEC 20000.
El
ciclo PDCA: Planificar, Hacer, Verificar y Actuar, también conocido como
ciclo de Deming en honor a su creador, Edwards Deming, constituye la columna
vertebral de todos los procesos de mejora continua:
- Planificar: definir los objetivos y los medios para conseguirlos.
- Hacer: implementar la visión preestablecida.
- Verificar: comprobar que se alcanzan los objetivos previstos con los recursos asignados.
- Actuar: analizar y corregir las desviaciones detectadas así como proponer mejoras a los procesos utilizados.
En
cierta medida todos y cada uno de los procesos de gestión de los servicios TI
deben reproducir esa estructura asegurando que cada una de estas fases se encuentra
correctamente documentada. La fase de Mejora Continua del Servicio juega un
papel esencial en las etapas de verificación y actuación aunque también debe
colaborar en las otras etapas de planificar y hacer:
- Ayudando a definir los objetivos y las métricas de cumplimiento asociadas.
- Monitorizando y evaluando la calidad de los procesos involucrados.
- Definiendo y supervisando las mejoras propuestas.
Según
el modelo de ciclo de vida, la sucesión de fases puede ampliarse con bucles de
realimentación, de manera que lo que conceptualmente se considera una misma
fase se pueda ejecutar más de una vez a lo largo de un proyecto, recibiendo en
cada pasada de ejecución aportaciones de los resultados intermedios que se van
produciendo (realimentación). Cada fase
viene definida por un conjunto de elementos observables externamente, como son
las actividades con las que se relaciona, los datos de entrada (resultados de
la fase anterior, documentos o productos requeridos para la fase, experiencias
de proyectos anteriores), los datos de salida (resultados a utilizar por la
fase posterior, experiencia acumulada, pruebas o resultados efectuados) y la
estructura interna de la fase.
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